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"El lío de la Madonna" de Santiago Martínez Concha

Título:El lío de la Madonna
Autor: Santiago Martínez Concha
Editorial: Plaza Janes
Fecha de edición: Noviembre del 2008
ISBN: 978-970-810-352-7
Páginas: 247 (más 28 páginas con fotografías en blanco y negro al final).

Sinopsis:
Una enigmática pintura ha sido encontrada tras casi cuarenta años de permanecer en una casona a la orilla de la carretera. ¿Por qué ha causado conflictos? ¿Existe, existió? ¿Por qué tanto misterio alrededor de ella?

Esta fascinante novela entrelaza tres historias paralelas: el descubrimiento de un tesoro escondido que data del Renacimiento italiano, el cual pasa de Europa a América, una apasionante historia de espionaje que va de la Segunda Guerra Mundial, con los nazis, al presente, y una historia familiar que aun continúa. Al final, los tres círculo se cierran y un secreto es por fin revelado por el autor, Santiago Martínez Concha, quien misteriosamente está conectado con esta trama.

Mientras los lectores recorren sus páginas, los ecos de El lío de la Madonna seguirán escuchándose en escenarios inusitados, llenos de misterio y aventura, donde el amor nunca falta y la muerte y el peligro están siempre al acecho.


Opinión personal:

El lío de la Madonna está inspirado en hechos reales y documentados, de hecho, el título del libro es una expresión bastante común en América Latina (principalmente en el sur del continente).

Todo empezó cuando en el año de 1938 el famoso muralista y pintor colombiano Santiago Martínez Delgado descubre en su propio país un cuadro dañado que, según la información que logró recolectar, la obra pertenecía al mismísimo Rafael de Urbino, aquel prodigio italiano del llamado Alto Renacimiento. En su momento causó una polémica de proporciones inimaginables y ocupó la portada de diverso diarios nacionales e internacionales. Es de allí, precisamente, de donde viene la frase "se armó el lío de la Madonna" para designar en la actualidad algo escandaloso. Con el paso del tiempo se descubrió que, efectivamente, la pintura es un auténtico Rafael. Pero un día la verdadera obra desapareció y hasta la actualidad jamás ha sido vista de nuevo. 

Lo que narré en el párrafo anterior es verídico y su novelesca historia puede ser completamente corroborada en hemerotecas y bibliotecas (y seguramente Internet también). 

La trama promete bastante ¿no?

El problema con "El lío de la Madonna" es, precisamente, ser una novela. Si está basado en hechos reales ya es lo de menos porque no logra atraer al lector de una manera que, por ejemplo, otras novelas ligeras han conseguido. Parece un relato plano, sin objetivo alguno que, aunado a una forma de relatar bastante pobre, llega un momento en que uno no sabe si cerrar el libro para siempre o seguir leyendo sólo para que la inversión haya valido mínimamente la pena (¡me tomó un mes leerlo!). 

Creo, sin miedo a equivocarme, que Martínez Concha es arquitecto, no escritor. No es lo mismo ser escritor apasionado de la Literatura que ser un escritor profesional. Cualquiera puede hacer una novela, pero no todos tenemos la capacidad de relatarla magistralmente. Eso es lo que sucede en éste caso, el autor pretende relatar una historia ficticia para poco a poco introducirnos a la historia real. El problema radica en no saber hasta dónde llega la realidad y la ficción; cuál es el punto de quiebre entre las dos historias. 

Tenemos dos escenarios principales. El primer es el de un hombre —que es el mismo autor— que cuenta a sus tres hijos y a una mujer la historia detrás del cuadro de Rafael durante unas vacaciones de Semana Santa en la finca que él tiene en el campo. El otro escenario es, precisamente la historia que él les relata a sus hijos durante todos esos días. Entre capítulo y capítulo ambos escenario se entrelazan, pero resulta curioso cómo la calidad narrativa baja cuando el autor nos habla del presente. Redunda una y otra vez en lo mismo, en la rutina vacacional, en el menú del desayuno, la comida, la cena, los paseos en el lago, etc. Lo repite tantas veces que resulta cansino leer algo bastante parecido a lo que se leyó un par de hojas atrás. Además, tratando de mantener el suspenso todo el tiempo pone en aparente peligro a los protagonistas casi todos los días pero resulta frustrante leer más de 200 páginas para que al final no pase absolutamente nada.

Otro punto bajo de la novela es intentar meter el amor a la fuerza. De la noche a la mañana aparece una mujer en la finca y una semana después ella y el protagonista ya tenían ganas de pasar el resto de sus vidas juntos. Por favor, por muy bonito que sea el amor no puedo creerme algo como esto. Y ya ni mencionar los diálogos paupérrimos y trillados que abundan en la obra y que le restan importancia a la historia central que es, precisamente, la Madonna de Bogotá.

Es verdad que la trama da para una novela pero desde mi punto de vista un libro documental de este fantástico hallazgo hubiera sido infinitamente más bello que esto. Resulta curioso comprender entonces por qué se disfruta más llegar al final de la obra —donde aparecen las fotografías de la obra, sus restauraciones y periódicos de la época de los 30's— que las centenas de páginas que hay detrás. 

La obra nunca termina de convencer y por esa razón no puede venderse como un Código Da Vinci latinoamericano (como he visto en algunos lugares de Internet) porque no lo es y dista mucho de serlo. La obra de Dan Brown bien puede ser demasiado falsa basado en la siempre poca creíble teoría de la conspiración —aunque él presuma todo lo contrario— y las sociedades secretas, pero la lectura fácil junto con una buena narrativa hace que el libro sea leído por las masas, allí es donde radica su éxito. No es una novela para pensar o reflexionar, sirve sólo para entretener, es un libro a todas luces comercial. El Lío de la Madonna no consigue lo que El Código Da Vinci consiguió porque la narrativa se vuelve monótona y aburrida, demasiado redundante algunas veces, y bastante floja en otras tantas. Con el paso de las hojas resulta cansina, falta de vida y de trama y sobre todo resulta demasiado triste llegar al final y comprobar que, básicamente, todo fue para nada.


Si alguien tiene ánimos de leerlo pues adelante, tal vez puedan disfrutarlo mejor que yo :).

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